domingo, 12 de febrero de 2012

Aníbal Jorge Sciorra: Quesos para el aula


QUESOS PARA EL AULA

Usted me pide señorita que escriba una composición tema "El queso" y a mí me pone en un compromiso. Qué le puedo decir sobre el queso, señorita, que me gusta, que es muy rico. Es muy bueno el queso y además hace bien para la salud. Debe ser por eso que mi mamá siempre a eso de las 11 de la mañana se acerca a la piecita de allá atrás, que es donde juego y hago los deberes, y me da un pedazo de queso de rallar, lo que me hace pensar que debe curar la bronquitis, porque todo lo que mi mamá me da es siempre un buen remedio para sanarme esa enfermedad. Con decirle, señorita, que en la esquina de mi casa hubo una vez una quesería enorme y después cerró, y pasaron los años y el local quedó abandonado pero el olor a queso siguió estando, y cada vez que paso por ahí respiro hondo y me hace bien a los bronquios aunque usted no me lo crea. A mí me gusta el olor a queso, señorita, pero hay gente que le gusta comer queso pero no le gusta el olor que tiene.
Usted me dice queso y yo me imagino ratones, porque dicen que a los ratones les gusta mucho el queso, y me parece bien porque los ratones son muy inteligentes y debe ser porque comen mucho queso. Lo que no me gusta es que la gente gaste queso en ponerlo en las tramperas para matar ratones, es un verdadero desperdicio y además está muy mal eso de matar animalitos.
Mi tío El Negro Lastra, que vive en Chivilcoy, me cuenta siempre que allá hay un almacén de un señor llamado Stábile que tiene un queso enorme arriba del mostrador y que arriba de ese queso está siempre un gato durmiendo y que al final nunca lo puede vender porque el gato no lo deja. Pero ese señor está contento porque no se le acerca ni un ratón ni así de chiquitito.
Cuando me piden que dibuje un queso yo siempre lo hago redondo y negro con un pedazo que le falte así adentro lo pinto de amarillo, aunque he visto que hay quesos de otros colores y no siempre son tan amarillos por adentro. Hay quesos que por afuera son rojos o bordó y hay otros blancos que tienen como una especie de talco como el lisofor, pero esos son blandos y se hunden, son los que mi papá los llama "quesos ñañaña". También he visto que hay otros quesos que vienen envueltos en papel plateado pero me parece que esos deben ser muy caros porque en casa nunca los compran.
Una cosa que no me gusta es que a los chicos medios bobos les digan que son unos quesos. Me parece que es insultar al queso que no se merece eso.
Me gustan las queserías con esos estantes tan altos y tan llenos de quesos.
A la vuelta de casa, sobre la avenida Federico Lacroze, está la quesería "Los tres chanchitos". La atienden tres hermanos gordos con unos delantales blancos bastante sucios, que siempre tienen en sus manos unos cuchillos muy grandes y filosos y que cuando mi papá les pide un cuarto de queso lo cortan con mucha facilidad.A mí me duele en el alma cuando le clavan el cuchillo al queso, es como si lo mataran. Yo no sé porqué esa costumbre que tiene la gente de no comprar los quesos enteros ¿no se dan cuenta que terminan comprando un queso muerto? Para mí el queso debe estar entero.
Cuando me enteré que había un queso llamado Mar del Plata me imaginé que era como los alfajores havana y que venían en cajas amarillas con la foto de la Bristol y el edificio del Casino. Pero después vi que era un queso como cualquier otro. Debería haber alfajores de queso. A nadie se le ocurrió inventarlos. Pero le juro, señorita, que cuando yo sea grande los voy a fabricar y me voy a hacer millonario.
A mi tía Filomena, que le dicen la "Filo", le gustan los quesos con muchos agujeros. Dice que lo que más le gusta del queso son los agujeros y hay que verla, señorita, como se pone con el cuchillo y el tenedor a recortarlos y como disfruta masticándolos con esos dos únicos dientes que le quedan.
Hay mucho para contar sobre el queso, señorita, sería lindo que alguna vez, usted que sabe de todo, nos cuente quién lo inventó y como lo hacen. Algo debe tener que ver con las vacas porque hay muchos quesos que vienen con una etiqueta con un dibujo del campo con vacas y eso, ahora que me acuerdo, señorita, me olvidé de ponerlo en esa otra composición tema "la vaca" que usted nos dio para hacer la otra vez y que usted me corrigió un montón de cosas y que al final me puso un regular y que para mí estaba bien. Además no entendí ni medio lo que me corrigió con esa letra espantosa que tiene y encima con birome roja.
Pero volviendo al queso, señorita, le digo que está muy bien que nos haga escribir esta composición, porque hay muchos chicos a los que no les gusta y que para comerlo se tapan la nariz. Lo mismo que cuando tienen que tomar la leche, como hace mi prima la Moni, que es muy asquerosa.
Yo tendría más para escribir sobre el queso, señorita, pero me parece que la voy a aburrir. Pero antes de terminar le quiero decir algo, señorita, le quiero decir que yo a usted la quiero mucho ¿y sabe porqué?, porque cuando me le acerco, usted, siempre tiene un impresionante olor a queso.

(Leído por el autor en el encuentro "Quesos y Textos" realizado el 11/02/12 en "El Jardín de Uriarte") 

Aníbal Jorge Sciorra

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