sábado, 3 de marzo de 2012

Edgardo Mocca: Explicando a Mauricio



Por Edgardo Mocca


Para los que están perplejos por la decisión de Macri con los subtes. Para los que dudan. Para los que preguntan. Para los que todavía no entendieron. Para todos ellos es indispensable esta nota.
Acá queda claro la matriz estratégica de la renuncia a la gestión del subte porteño. No se trata de policía más o policía menos. No hay incumplimiento alguno por parte del gobierno nacional de lo acordado (un contrato, Macri, un contrato…No se puede anularlo en una conferencia de prensa). De lo que se trata es de la escalada de una estrategia político-electoral. Consiste en aparecer como el único que enfrenta realmente a Cristina, como la oposición realmente existente. Y eso no está, en principio, ni mal ni bien: es la política.
Los problemas son dos. El primero, el más evidente, el más perverso, es el de usar a los porteños como escudo. Sicopatearlos con el peligro de que los subtes choquen. ¡¡El jefe de gobierno les dice a miles y miles de tipos y tipas del distrito que dirige que cualquier día pueden quedar destrozados entre las chapas de los vagones!! ¡¡Qué hijo de mil putas!! La vida no vale nada, la responsabilidad política tampoco.Lo que importa es crecer en la expectativa de voto.
El segundo, que resulta
parte de lo mismo, es la exploración del peor camino para avanzar hacia el gobierno. El del clima de miedo, de desasosiego, de desamparo que apunta al centro de la estrategia: se quiere desestabilizar políticamente la situación. Se quiere explotar vilmente la tragedia de Once para vaciar de apoyo a un gobierno recién electo con el 54% de los votos. Volver a las cacerolas y a los bocinazos para preparar una situación de ingobernabilidad. Quieren la atmósfera del “ellos o nosotros”.
Pues bien, muchachos, esa es la derecha de este país. Y ahí está el tal Fioritti, que firma esta nota. Le dan el libreto y él pone su firma. Pone lo que Macri no quiere decir. Y no se priva de chantajearlo mostrando que no siempre se ha mostrado tan decidido. Magnetto, a través de este repugnante chirolita, dice “Si vas por ese lado, nuestro lado, contá con nosotros. Vamos con vos para recuperar el monopolio del fulbo, del cable, del papel de diario y del sentido común. Sos nuestro Mauri, pero no te olvides que los que mandamos somos nosotros”
Ahora movemos nosotros, muchachos. Y la movida –en esto como en lo de los ferrocarriles, en lo del petróleo, en los medios audiovisuales y en todo- es, como diría el ilustre Gramsci, de “espíritu estatal”. No somos una secta, ni un grupo de adolescentes exaltados. Somos un bloque social transformador. Y eso presupone hacerse cargo de la razón de Estado. Reconstruir un Estado. El que hirió de muerte la dictadura y el que terminó de destrozar el neoliberalismo de los noventa. Clarito, muchachos, nuestra tarea es que la Argentina sea un Estado y no un conjunto de bandas facciosas que disputan el poder a como dé lugar. Ser un Estado es tener un sistema de trenes. También un sistema jurídico. Y sobre todo un sistema político. Que incluya la diferencia y el debate. Que excluya el vale todo para hacerse del poder.
Me parece que es un buen momento para ganar las calles de nuestra querida Buenos Aires. Para protestar. Para intervenir con política. Apelando a la gente de a pie. Haciéndose cargo de sus miedos, de sus rechazos, hasta de su pusilanimidad y mediocridad. Como decía la propaganda de Tomada: “Hay que hacerse cargo”. Miles de pintadas, pasacalles, habladas en las esquinas, de todo, con el lema “Macri, hacete cargo”. Si el subte está mal, mejoralo, hacé campaña así, para adelante. Preparate para decir cómo mejoraste el subte, cómo mejoraste la seguridad con la Metropolitana. Así se juega en democracia.


Edgardo Mocca
Fuente: Café Umbrales
mocca.pablo@gmail.com

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